Elecciones en Castilla y León

Una participación por debajo del 64% entregará Castilla y León al socialcomunismo

Castilla y León
Pablo Casado, en la campaña de Castilla y León.

Castilla y León decide este domingo en las urnas su futuro político para los próximos cuatro años. Los sondeos sitúan a Alfonso Fernández Mañueco, candidato del PP, como ganador de las elecciones, pero las dudas por la movilización marcan una jornada con un resultado aún incierto. Según las proyecciones demoscópicas a las que ha tenido acceso OKDIARIO, una participación inferior al 64% -considerada muy baja- entregará la Junta a los socios PSOE y Podemos, replicando así las políticas socialcomunistas que impone el Gobierno de España.

En ese escenario, la suma de PP y Vox sería de 39 escaños por los 42 del resto de partidos (PSOE, Podemos, Ciudadanos, UPL, Soria Ya, Por Ávila y España Vaciada). La mayoría absoluta en Castilla y León está en 41 diputados.

Si la participación sube del 64%, las previsiones otorgan el Gobierno autonómico a la derecha. Entre el 64% y el 65%, ambas formaciones lograrán una mayoría raspada (41 diputados). Si la movilización oscila entre el 66% y el 68%, lo que se considera «normal», llegarán a los 42 escaños. Por encima, con una alta participación de entre el 69% y el 70%, la cifra se dispara a los 44 diputados y hasta los 47 si se supera el 70%.

El desenlace, por tanto, está más abierto que nunca, teniendo en cuenta que numerosas proyecciones coinciden en una elevada apatía del electorado. Esta circunstancia juega especialmente en contra del PP, que ha planteado estas elecciones como un impulso al proyecto de Pablo Casado hacia La Moncloa. Génova ha ido modulando sus expectativas a lo largo de una campaña diseñada con perfil nacional y en la que se ha implicado todo el partido, desde la dirección  a los barones autonómicos y las organizaciones territoriales. Casado se ha volcado con mítines y diversos actos sectoriales, pegados a los ciudadanos, donde ha presentado al PP como la única alternativa posible a Pedro Sánchez. Pero los comicios son también claves para el presidente del Gobierno, que comprobará la respuesta del electorado en un contexto de crisis económica y social derivada de sus políticas. El tablero final decide además la pujanza de Vox -partido que ha ido en ascenso conforme se aproximaban las elecciones- y de las candidaturas de la llamada España Vaciada. En definitiva, pocos comicios autonómicos han despertado tanta expectación.

El dilema que decidirán las urnas del 13-F no es menor. El candidato del PSOE, Luis Tudanca, por ejemplo, no ha ocultado su intención de aplicar en Castilla y León la misma receta fiscal de Sánchez. Es decir, una subida generalizada de impuestos y creación, además, de nuevos tributos. El socialista despliega, además, sus imposiciones ideológicas en otras políticas, como la de la «memoria histórica» o el feminismo.

Encuestas internas

Como informó OKDIARIO, los sondeos internos de última hora apuntan a un PP que podría rondar los 31-33 diputados, un PSOE sobre los 28 escaños y un Vox que obtendría entre 10 y 12 sillones.

Unas proyecciones que revelan así que la movilización final del voto marcará la gobernabilidad. Aunque los dos partidos de la derecha llegarían a los 41 diputados, el resultado dista de las previsiones iniciales, que concedían a este bloque una mayoría holgada de casi 50 escaños entre ambas formaciones.

El PSOE, por su parte, dispone de un mayor margen de pactos y junto a Podemos y el resto de formaciones minoritarias podrían alcanzar incluso el poder en un contexto de baja movilización. La horquilla otorgada a Podemos le asigna entre 2 y 3 diputados. Esos sondeos apuestan por la entrada en la Cámara autonómica de Soria ¡Ya! y de España Vaciada. Y dan una esperanza de diputados a Ciudadanos de entre 0 y 1. UPL, por su parte, parece tener garantizada la entrada con entre 2 y 3 diputados.

Prueba de la importancia de la movilización es la ajustadísima batalla por provincias, donde el PP se juega con PSOE y Podemos el último diputado por escasos votos. En Ávila, por ejemplo, los populares están a 205 votos de ganar el último diputado a los socialistas. En Soria, a 211. En Segovia, a 249. En León, a 516. En Salamanca, 439 papeletas separan al PP de arrancar un escaño al PSOE. En Zamora, 326, y en Palencia, 491. En Burgos, por ejemplo, el PP está a 396 votos de ganar el último diputado a Podemos y en Valladolid, a 677.

Así las cosas, Pablo Casado avisó en el acto de cierre de campaña de los riesgos de no ir a votar este domingo. «Que no nos engañen con carambolas, que no nos engañen con señuelos. No hay más alternativa ni más experimentos. O PP o sanchismo. O PP o la ruina. O el PP o los socios de Bildu y ERC. O el Partido Popular o el caos», proclamó el presidente del PP ante más de 2.000 afiliados y simpatizantes congregados en la Feria de Muestras de Valladolid. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, revulsivo para tratar de activar al votante, también arengó a votar a su partido «siempre al servicio de España» para corregir «las políticas de la izquierda y la ultraizquierda».

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